domingo, 22 de mayo de 2011

Encuentro de la Coordinación Ampliada de los Infocentros del Eje Gran Sabana


Santa Elena de Uairén, 22 de Mayo de 2011. PPGS.- Los días 20 y 21 de Mayo 2011 se realizó en la comunidad de Kumarakapay un Encuentro de la Coordinación Ampliada de los Infocentros del Eje Gran Sabana para refrescar los lineamientos de los Infocentros, siendo su principal línea estratégica el Plan Nacional de Alfabetización Tecnológica através de los cursos impartidos en los Infocentros;  también se trataron los lineamientos políticos que sustentan todo lo que se refiere a los Infocentros, además de analizar los logros y limitaciones a superar.

Bajo responsabilidad de Lourdes Alcalá, coordinadora estadal de los infocentros, contando con la asistencia de facilitadores de los Infocentros del Paují: Isabel Sanabria; Kumarakapay: Selva Iruma y  Nilda   ; Manak-kRü: Jairo Pinto y Vicente Casado; Kavanayén: Rosaura Chani y Diana Besabe; y Maurak: Jonathan Yanez.


Los presentes analizaron un artículo de Paulo Freire titulado "Cómo trabajar con el pueblo" y se trató el tema de la integración de los infocentros con la comunidad. También debatieron acerca de las nuevas leyes para la organización del Poder Popular en relación con la organización indígena ancestral.

La cultura indígena se está rescatando y ahora los indígenas se están haciendo escuchar, pero hay cierta confusión entre la organización popular y la organización indígena, debido a las particularidades promovidas por el proceso de cambio en Venezuela,  pero el nuevo sistema de organización del Poder Popular en Consejos Comunales es en realidad una copia del sistema comunitario ancestral, sólo que escrito con términos modernos y plasmado en las Leyes.

Una manera de dar a conocer las experiencias culturales originarias puede ser con KOINA, una herramienta de los Infocentros para facilitar la publicación en Internet de periódicos comunitarios. Publicar en su propio idioma Pemón, comunicar los acuerdos en las asambleas comunitarias o consejos de ancianos.

La principal dificultad en cuanto a tecnología es la conectividad de los Infocentros de la Gran Sabana, que es conexión satelital de CANTV y escapa  al ámbito institucional de los Infocentros. Los facilitadores presentes expusieron que al intentar usar el programa Scribus para publicaciones comunitarias, la señal lenta no les permitió bajar el programa para instalarlo.

Sin embargo hay otras dificultades que sí pueden ser solucionadas por los Infocentros mismos, como la reparación de los aires acondicionados de los Infocentros al crearse "Brigadas del Frío" que reciben capacitación de parte de Fundacite y con apoyo de la Fundación Infocentro.

Lourdes Alcalá recomendó articularse con la Brigada Comunicacional para recibir talleres, hay que articularse, organizarse, aunque esté lenta la conectividad.

Lecturas recomendadas:

Transferencia de gestión de los infocentros a las comunidades organizadas.



Escrito: José Rafael Leal.
Fotos: Isabel Sanabria.

Valor en la Diversidad

"Nosotros podemos valorar la biodiversidad porque cría a la psique humana, el espíritu humano, el alma humana."

"Valor en la Diversidad".
Resumen y Traducción del inglés
del capítulo 8 del libro
LA SEXTA EXTINCIÓN.
(The Sixth Extinction)
by Richard Leakey and Roger Lewin.
Anchor Books, New York.
November 1996.
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Capítulo 8 (RESUMEN)
"Valor en la Diversidad"


En estos días, cuando sea que los ecologistas hablan acerca de la diversidad biológica, se sienten obligados a justificar su valor. Hay docenas de nosotros sentados en casa en nuestros procesadores de palabras amasando razones económicas, filosóficas y científicas para mantener la diversidad.

Las razones para tomar esta actitud son muchas. Siendo una razón importante el entendimiento cada vez mayor de la complejidad del mundo natural que ha emergido en la maduración, desde hace un poco más de una década, de la ciencia de la ecología evolucionista. La ecología misma se comenzó a establecer como ciencia tan solo en el último medio siglo. La unión entre la biología evolucionista y la ecología es más joven aún, y uno de sus principales productos es nuestra habilidad para ver el mundo común en el contexto del cambio continuo. Vemos a los organismos individuales no solamente como fenómenos naturales aislados que demandan nuestra apreciación, si no como componentes de ecosistemas que evolucionan juntos. La biodiversidad es entonces una expresión de ese cambio colectivo; los mecanismos que sustentan su generación todavía guardan muchos secretos, pero entendemos el fenómeno mucho mejor de lo que lo hacíamos antes. Estamos maravillados por sus intrincaciones e interconectabilidad. Y valoramos lo que vemos, pero en el contexto de la ciencia.

La razón de mayor presión por la cual los ecologistas de ahora hablan tan frecuentemente del valor de la diversidad biológica, sin embargo, es el reciente reconocimiento de que se encuentra bajo una amenaza de destrucción acelerada. Los ecologistas no solo quieren saber las consecuencias de la pérdida, si no también desean esgrimir argumentos para detener esta pérdida.

Como hemos visto [en capítulos anteriores de este mismo libro], quizás hayan cincuenta millones de especies en la tierra hoy. ¿Qué importa entonces si perdemos algunas?.

La amenaza a la biodiversidad viene del mundo de los recursos materiales, la respuesta de los ecologistas se ha ido expresando incrementadamente en términos materiales.

Las compañías mineras y madereras saben cuántos dólares recibirán cuando, en el proceso de destruir el habitat natural, cosechen árboles o se embolsen minerales del suelo. Lo mismo aplica para los rancheros que convierten bosques en tierra de pastoreo. Mucha de la atención se centra en el valor en dólares de los habitats que desaparecerían si fueran explotados para ganancia comercial. Si salvar especies y ecosistemas se puede demostrar que promete más valor que destruirlos, entonces hay una fuerte razón para salvarlos, eso es lo que se argumenta. Como resultado, los ecologistas han permitido ampliamente a los economistas preparar los términos del debate sobre el valor de la biodiversidad. El peligro es que, habiendo aceptado la invitación a entrar en la cueva del león, entonces parece que aquellos
terminarán como la cena del león.

El problema de ponerle valor a la diversidad biológica es extremadamente complicado, y, como he aprendido diariamente de mi experiencia como director del Servicio de la Vida Salvaje de Kenya, la economía SI ES importante. Por ejemplo, la principal preocupación de la gente local es la supervivencia. Por eso ellos deben ver y experimentar un beneficio económico de la preservación de los parques donde florece la vida salvaje; de otra manera, ¿cómo se esperaría que ellos no quieran usar la tierra para propósitos de pastoreo y agricultura?. Pero la economía no puede -y no debe- limitar exclusivamente el debate.

Yo identifico tres maneras principales en que deberíamos valorar la biodiversidad. La primera encaja perfectamente en el dominio de lo económico, al cual me he referido. Incluye los beneficios tangibles que podemos extraer de nuestro ambiente, como alimentos, materiales brutos y medicinas. El segundo beneficio es menos tangible en el sentido tradicional, pero no menos importante; es el mantenimiento del ambiente físico, en su circulación de gases, de químicos, y de la humedad. Este se relaciona con la salud continua del ambiente global, del cual dependemos para sobrevivir nosotros y las especies que nos acompañan. El tercer dominio de valor es menos tangible aún; es el placer estético que los individuos humanos derivan de su experiencia en la diversidad de la vida alrededor de ellos. Como otros han argumentado, yo creo que esto va más allá de una simple experiencia abstracta y, en cambio, este placer está embebido profundamente en lo que nos hace ser humanos. Una apreciación de -y una dependencia fisiológica en- la biodiversidad es parte de la psique biologicamente construída del Homo sapiens, producto de una larga historia evolucionaria. Si la biodiversidad se empobrece, por medios artificiales o naturales, también se empobrece un componente fundamental de la existencia humana.

En el tema de la biodiversidad y la economía, los ecologistas se han ensartado en la discusión económica con vigor, y han amasado un buen caso. El número de dólares (donde está disponible) a menudo se ve persuasivo y, como sabemos, los argumentos basados en fundaciones numéricas son supremos en el pensamiento y discurso occidental. Su fuerza es inmediatamente obvia y cuando los números son correctos son apremiantes. Sin embargo existen trampas para los defensores de la biodiversidad que se alinean en esta forma de discurso.

De los tres aspectos que proporcionan un beneficio tangible derivado de la biodiversidad a nuestro alrededor -alimentos, materiales y medicinas- los alimentos son el más obvio y, por supuesto, tiene la historia más larga. Hasta hace apenas 10.000 años, los humanos alrededor del globo vivían en pequeñas bandas, subsistiendo como cazadores-recolectores sobre un gran
rango de ambientes, justo como lo hicieron sus ancestros por al menos 100.000 años. (Las raíces evolucionarias de tal modo de existencia se remontan casi a dos millones de años). Desde las estepas heladas hasta los bosques tropicales, de lomas templadas a sabanas ardientes, desde las costas a las altas mesetas, los humanos explotaron una miríada de recursos alimenticios naturales. Las dietas usualmente eran variadas, reflejando una explotación con conocimiento de todo lo que la naturaleza ofrece en su rica diversidad. Hace diez mil años, la gente empezó a desarrollar la producción de los alimentos, o agricultura, basados en su experiencia de lo que se podía hacer crecer o meter en corrales. La cría artificial, al principio accidental y luego deliberada, mejoró el valor alimenticio de ciertas plantas y animales. Como resultado, menos y menos especies contaban en las proporciones cada vez mayores de las dietas de las gentes. En estos días más o menos veinte especies de plantas proveen el 90% de los alimentos (vegetales) en los estómagos de la gente alrededor del mundo; y solo tres -maíz, arroz y trigo- suman más de la mitad de los cultivos cosechados.

Esta grandísima productividad a partir de tan modesta colección de especies de plantas puede ser vista como un triunfo de la agricultura moderna. Pero esa noción descansa sobre hielo delgado, porque la concentración en la producción de alimentos de solo pocas especies -esencialmente la monocultura- hace a la agricultura vulnerable a la devastación masiva através de las enfermedades. Un patógeno que se ha hecho virulento através de la mutación, ante el cual los híbridos comunes no tienen defensas, puede desencadenar el acabose del cual la agricultura de multi-cultivos se encuentra protegida. Este es un argumento simple de lógica que hasta los economistas pueden entender, y están empezando a hacerlo. En años recientes los esfuerzos para incorporar variedades de cultivos previamente desfavorecidas ha ganado impulso.

Las siete mil o más especies de plantas que han sido críadas como cultivos durante la historia escrita ofrecen bastante para esa incorporación. Pero hay al menos treinta y cinco mil plantas comestibles disponibles para su explotación. Es insensato ignorar tales riquezas, porque estas pueden ofrecer variedades que son capaces de resistir bajo condiciones ambientales adversas y en la presencia de patógenos que son fatales para los cultivos tradicionales. Sencillamente, el nivel de biodiversidad debe ser valorado como un recurso del cual se puede ensamblar una agricultura futura más variada y sostenible.

Es imposible poner una figura sólida a cuánto de las ganancias agrícolas viene de la explotación de especies antes desfavorecidas, pero está ciertamente en exceso de los quinientos millones de dólares. Y, ¿quién puede predecir el impacto económico en la producción alimenticia mundial de la explotación, por ejemplo, del moriche, la maca, el tomate de los árboles, el frijol alado, la iguana verde, la vicuña y muchas, muchas otras especies salvajes de plantas y animales, como fuentes alimenticias directamente y como un rico depósito de genes versátiles?. Por un lado, hay quienes sugieren que los ecosistemas estarán protegidos si la gente puede ganarse la vida a través de la explotación limitada de los recursos del ecosistema. Esta es la filosofía "úsalo o piérdelo", la cual yo favorezco fuertemente. Otros disertan que cualquier impacto humano en los ecosistemas los menoscaba, y la preservación depende en mantener las condiciones pristinas (sea lo que sea que signifique eso), al prevenir todo contacto o explotación.

Existe un estudio realizado por Charles Peters, Alwyn Gentry y Robert Mendelson acerca del potencial económico de una sola hectárea de bosque tropical en Perú. El valor de tal habitat se mide generalmente en términos de la madera que puede ser extraída de este, como un evento que sucede una sola vez. Pero la madera no es el único material de valor en el bosque. Además de muchos recursos alimenticios, hay aceites, latex y fibras (y menos inmediatamente disponibles, medicinas). Esa única hectárea peruana que estudiaron Peters y sus colegas soporta 842 árboles que representan 275 especies. A partir de esta diversidad de especies es que surge la explotación variada y rica, como sigue:

Peters y sus colegas calcularon que el valor anual de la diversidad de alimentos, fibras, aceites y otros materiales mercadeables del bosque está cerca de los 400 dólares. Pero esta es una producción sostenible, repetible año tras año, así que el valor presente neto (una medida economista) se convierte en más de 6.000 dólares. Se añade a esto un corte selectivo de árboles, y el valor alcanza 6.820 dólares. Esto se compara con alrededor de 1.000 dólares por hectárea al cortar arrasando con toda la madera del bosque (la práctica usual) y con 3.000 dólares por hetárea para su uso como pasto para el ganado por muchos años. Peter escribió en un reporte en la revista Nature, en 1989: "Sin duda, la explotación sostenible de los recursos no-madereros del bosque representa el método más inmediato y lucrativo para integrar uso y conservación de los bosques amazónicos". Una cuestión de alguna importancia aquí es que cuando una hectárea de bosque es cortada y la madera se envía para hacer pulpa y para los aserraderos, el retorno de los 1.000 dólares es instantáneo. Se necesitan dos años y medio para obtener el mismo retorno del uso sostenible de los productos del bosque.

Este ejercicio demuestra que medir el valor de las selvas solamente en madera y monedas en los aserraderos es de corta visión en el mejor de los casos y destructivamente criminal en el peor.

Recientemente ha recibido mayor atención la forma de beneficio económico potencial que acompaña a la biodiversidad que se refiere a las medicinas, especialmente en la biodiversidad de los bosques tropicales, y con buenas razones. Los antropólogos han sabido desde hace mucho tiempo que los indígenas usan una gran parte de las especies de plantas en sus ambientes, no solo como recursos alimenticios si no también en prácticas curativas. Yo he visto esto en mi propio país, particularmente entre los Massai, y he usado ocasionalmente los poderes antinflamatorios y antibacteriales de los jugos exprimidos de da la sansivaria, una planta suculenta que crece en las zonas áridas de Kenya. Por mucho tiempo visto como mágico y místico, el uso de remedios hechos de hierbas en la medicina tradicional recientemente se ha visto como una guía para desarrollar fármacos poderosos en la medicina occidental. Las plantas son la fuente del 25% de las medicinas occidentales. Hasta la aspirina se deriva de un constitutivo de la planta llamada ulmaria, este químico modesto es la medicina más usada en el mundo. Otro 13% de los medicamentos occidentales son hechos a partir de los productos de los microorganismos, y el 3% viene de los animales, sumando un total de fármacos de alta tecnología derivados de organismos de casi 50% .

Muchos de estos remedios, como la penicilina, han estado presentes por décadas y tendemos a darlos por garantizados, como meros acontecimientos históricos. Otros como la Vincristina y Vinblastina, alcaloides de la Margarita Rosada de Madagascar, son estrellas recientes. Descubiertos con bombos y platillos, estos químicos curan pacientes con cánceres mortales de
leucemia linfocítica aguda y el mal de Hodgkins. La historia de la Margarita Rosada y sus beneficios para la medicina occidental es un ejemplo de lo bueno y lo malo en la explotación de los recursos naturales como fuente de fármacos poderosos.

Las plantas son versátiles fábricas de químicos, producen un vasto rango de moléculas usadas de muchas maneras, como parte del metabolismo diario de la especie, como defensa contra predadores. Con 250.000 especies de plantas en el mundo hoy, producto de cientos de millones de años de evolución bajo un ancho rango de condiciones ambientales, el arsenal de alcaloides y otros químicos practicamente es inifinito. La Vincristina y la Vinblastina son solo dos de sesenta alcaloides semejantes producidos por la diminuta Margarita Rosada, y han salvado miles de vidas y han producido una venta anual de 200 millones de dólares. Las vidas salvadas representan el valor a ser disfrutado por explotar lo que la naturaleza ofrece. Eso es lo bueno en la historia de la Margarita Rosada. Lo malo es que Madagascar, el país de donde la planta es nativa, no ha recibido ni una puya de las ganancias que las compañías farmacéuticas agarran al explotar el patrimonio genético del país.

Desde hace diez años las compañías farmaceuticas invirtieron cuatro mil millones de dólares al año en investigación y desarrollo de drogas sintéticas. Al mismo tiempo, la venta de drogas prescritas derivadas directamente de productos naturales de las plantas alcanzó el doble que eso: ocho mil millones de dólares. Toma muchos años llevar un químico desde la
demostración del efecto farmacéutico hasta el uso como medicina con prescripción., pero el valor en dólares de dichas medicinas se hace enorme a medida que pasan los años. Y este es el valor en dólares que puede ser aplicado a las comunidades ecológicas alrededor del mundo, que colectivamente constituyen la biodiversidad global.

Hugh Iltis es un botánico de la Universidad de Wisconsin que descubrió una variedad de tomate que ha generado más de ochenta millones de dólares en la última década. En una conferencia sobre biodiversidad expresó lo siguiente: "No tengo paciencia con la pretensión de los desarrollistas, economistas y humanitarios que quieren que nosotros los biólogos 'demostremos' con evidencia sustancial, aquí y ahora mismo, el 'valor' de la biodiversidad y el 'daño' de la deforestación tropical". "Más bien, deberían ser ellos, los patrocinadores de la destrucción atolondrada, los que demuestren al mundo que una especie animal o vegetal, o un ecosistema exótico, 'no' es útil y 'no' es ecologicamente significativo antes de ser permitidos por la sociedad para destruirlo".

A pesar de verse seguras las figuras en dólares, jamás pueden ser seguras y jamás pueden ser presentadas como una completa defensa del valor de la biodiversidad.

El valor en términos convencionales cambia al mismo tiempo que cambian las circunstancias del mundo. Las plumas de aves tuvieron una vez importante valor económico, porque eran un artículo imprescindible para escribir y ya no lo son más. El potencial de las plantas del mundo como fuente de nuevas medicinas podría desvanecerse de la noche a la mañana con el desarrollo de nuevas tecnologías para diseñar drogas. De hecho, con el advenimiento de las química teorética en poderosas simulaciones por computadora, y la habilidad para 'evolucionar' químicos bajo condiciones controladas, la industria framacéutica puede estar ya mismo en la entrada de una revolución que podría dejar a las selvas trópicales completamente sin valor ante sus ojos. El ecologista estaría carente entonces de argumentos mayores que demuestren la importancia de los bosques tropicales, y el economista gana.

Yo estoy de acuerdo con esta lógica y sentimiento, pero yo no sugeriría que la economía no juega un papel importante. Para cualquiera a quien su responsabilidad diaria es la conservación en el mundo real, como lo ha sido para mí, no se puede escapar de la economía. Un ecosistema como un parque o una reserva tiene valor en turismo, por ejemplo, y el parque debe traer beneficio material para la gente que vive dentro o cerca del parque; de otra manera no tendrán la motivación para preservarlo. Pero los intentos para ponerle valor en dólares a un ecosistema en un marco normal económico es insensato y condenado a fallar.

A pesar que nuestra dependencia en los productos naturales para obtener alimentos y materiales es directa y obvia, hay un beneficio menos directo pero no menos importante que derivamos del mundo de naturaleza a nuestro alrededor. Los biólogos de la Universidad de Stanford Anne y Paul Ehrlich le pusieron el término de "servicios del ecosistema". Tan fundamental es nuestra dependencia en la comunidad mundial de plantas para mantener un ambiente capaz de sostener la vida, que es casi embarazoso tener que usarlo como argumento acerca del valor de la biodiversidad. Pero cuando Julian Simon sugiere que remover todos los bosques tropicales del mundo no nos haría ningún daño, ¿realmente piensa él que la destrucción de más de la mitad de las especies del mundo -no solo plantas, si no animales también- no tendría ningún efecto en el funcionamiento de la biota mundial?. Así parece.

Por tanto tiempo como mil millones de años, la atmósfera de la tierra ha sido mantenida con altos niveles de oxígeno y dióxido de carbono, primero como resultado solamente de organismos fotosintéticos en los océanos y ultimamente también de organismos que funcionan de manera semejante sobre los continentes. La humedad circula a través de la misma agencia terrestre; por ejemplo, un solo árbol de la selva bombea durante toda su vida casi tres millones de galones de humedad desde el suelo hasta el aire. El patrón de lluvia de todo el mundo depende de este proceso continuo en miríadas de árboles alrededor del ecuador. Los bosques son los pulmones del planeta. Los árboles, sean tropicales o temperados, no viven solos después de todo. Investigadores en Dinamarca recientemente contaron alrededor de cuarenta y seis mil lombrices diminutas y sus parientes, doce millones de otros gusanos, y cuarenta y seis mil insectos bajo solo un metro cuadrado de suelo del bosque de su país. Un gramo de ese mismo suelo contenía más de un millón de bacterias de un tipo, 100.000 células de levaduras, y 50.000 fragmentos de hongos.

Esos números pueden engañar a primera vista la comprensión, pero los números no es lo que importa. Nosotros vemos en ellos no solo una profusión de diferentes formas de vida, si no un rico patrón de interacción, una red viviente que ES el ecosistema. Un ejemplo de esta interacción vino como una sorpresa significativa cuando, no hace mucho, los biólogos se dieron cuenta que los omnipresentes hongos del subsuelo eran esenciales para la supervivencia diaria de las plantas superiores. Incontables filamentos de los hongos están en estrecha simbiosis con las raíces de las plantas, haciendo minerales esenciales disponibles, sin los cuales las plantas morirían. En cada ecosistema local alrededor del mundo, los microorganismos, las plantas superiores, los invertebrados y los vertebrados coexisten con laberíntica interdependencia, compañeros en crear y mantener el ambiente físico de gases atmosféricos y composición del suelo y químicos. Los ecosistemas individuales trabajan como un todo integrado y no como especies "juntas pero no revueltas" con las otras especies. Homo sapiens es solo una unidad en este patrón de interdependencia.

Hace dos décadas, el químico e inventor James Lovelock tomó la noción de la interdependencia del ecosistema un paso más allá; hasta el nivel global. Con el término de Hipótesis Gaia, su sugerencia era que todos los ecosistemas del planeta eran esencialmente interdependientes, operando como un todo e inextricablemente vinculados al ambiente físico. Una consecuencia de esa interdependencia era el establecimiento y mantenimiento de las condiciones necesarias para la vida.

La importancia de la teoría Gaia para nuestra apreciación de la biodiversidad es profunda. El autor de la teoría dijo en una gran conferencia sobre el tema: "Más nunca tendremos que justificar la existencia de los bosques húmedos tropicales sobre los débiles argumentos de que podrían tener plantas con medicinas que podrían curar las enfermedades humanas. La teoría Gaia nos fuerza a ver que los bosques tropicales ofrecen mucho más que eso. A través de su capacidad para evotraspirar grandes volúmenes de vapor de agua, sirven para mantener el planeta fresco al ponerle una sombrilla de nubes blancas reflectoras. Su reemplazo por tierras de cultivo podría precipitar un desastre que es de escala global". Dejando las predicciones del desastre de lado, el centro de la teoría Gaia ha sido puesta a prueba muchas veces, y siempre ha salido victoriosa. El balance de muchos ciclos químicos, no solo la humedad, ha sido demostrado que fluyen directamente del funcionamiento de los ecosistemas.

¿Necesitamos todas las cincuenta millones de especies para que Gaia permanezca operativa? ¿Quizás 100.000 especies de plantas harían el trabajo, en vez del cuarto de millón que existe ahora? ¿Son las 600.000 especies de abejas todas realmente necesarias?.

Los ecosistemas del mundo operarán como un todo por tanto tiempo como cada uno sea capaz de persistir, especialmente enfrente de perturbaciones ocasionales tales como tormentas y fuegos.

Los biólogos se preguntaron: ¿si los ecosistemas no necesitan una rica diversidad, por qué son tan ricos en especies? Dos puntos de vistas surgieron en este debate, la hipótesis de los remaches y la hipótesis de la redundancia. Desarrollada por los Ehrlich, la primera dice que cada especie juega una pequeña pero significante parte en el trabajo del ecosistema, como los muchos remaches que sostienen un avión todo junto. La pérdida de pocas especies -como la pérdida de algunos remaches- debilita el todo, pero no necesariamente de manera peligrosa. Se pierden algunas más, y la catástrofe comienza, especialmente si el ecosistema enfrenta una dura prueba, como perturbación ambiental del ecosistema o turbulencia en el aire en el caso del avión. En la hipótesis de la redundancia, propuesta por el ecologista australiano Brian Walker, la mayoría de las especies son vistas como superfluas -más bien como los pasajeros del avión en vez de los remaches que lo sostienen junto. Entonces solo unas pocas especies claves son requeridas para un ecosistema saludable. ¿Cuál es el modelo correcto?.

James Lovelock entró al debate con un modelo teorético de su propia creación, en la forma de una simulación por computadora. De acuerdo a los resultados de este modelo computarizado, mientras más especies habían en el ecosistema, este alcanzaba mayor estabilidad. Esto parece que apoya una directa relación entre biodiversidad y estabilidad, la hipótesis de los remaches. Los teoréticos se negaron a aceptar las conclusiones de Lovelock, pero tuvieron que escuchar cuando los resultados de innovativos experimentos ecológicos se hicieron conocidos en 1993 y 1994. Investigadores en Inglaterra y en los EE.UU. independientemente probaron el efecto de la biodiversidad en la productividad y estabilidad de los ecosistemas.

La productividad es simplemente la cantidad de materia viva que puede generar un ecosistema en un período dado de tiempo. Lo mismo sucede para los sistemas agrícolas que para los ecosistemas naturales. Michael Swift, un biólogo del Programa de Fertilidad y Biología de los Suelos Tropicales de las Naciones Unidas en Kenya, ha demostrado convincentemente el beneficio de la diversidad de especies en los sistemas de agricultura. La mejor manera de incrementar la productividad en un campo de maiz es añadiendo melones, árboles, y fríjoles fijadores de nitrógeno, y no exprimiendo más el maiz. La productividad se amplifica con la diversidad de especies. Los individuos de una sola especie competirán por los mismos recursos, particularmente espacio. Individuos de diferentes especies -algunos pequeños de tamaño, algunos medianos, algunos altos- pueden tomar ventaja de diferentes espacios territoriales. Más del espacio disponible es utilizado, así que más individuos son soportados, entregando productividad más alta.

En lo que es seguramente uno de los más importantes descubrimientos en mucho tiempo, David Tilman, de la Universidad de Minnesota, y john Downing, de la Universidad de Montreal, encontraron un vínculo directo entre la diversidad de especies y la salud de un ecosistema natural. Ellos hicieron un estudio de once años en los ecosistemas de las praderas nativas de Minnesota, el cual incluyó, como cosa de suerte, la peor sequía experimentada en el área en cuarenta años. Lo que pudo ser una catástrofe para el experimento, resultó ser una bendición, porque demostró claramente la diferencia entre los ecosistemas ricos en especies y aquellos que eran pobres. Los primeros sufrieron significantemente menos pérdida de especies y productividad enfrente de la sequía, y se recuperaron más rápido. "Nuestros resultados... soportan la hipótesis diversidad-estabilidad, y muestran que el funcionamiento de los ecosistemas es sensitivo a la biodiversidad". Dijeron ellos en la revista Nature en Enero 1994, "Nuestros resultados no soportan la hipótesis especies-redundancia, porque siempre conseguimos un efecto significante de la biodiversidad en la resistencia y recuperación a la sequía."

Las especies más parecen ser los remaches en la estructura del avión que los pasajeros en los asientos. Pero, otra vez, exactamente cuántos remaches se pueden perder antes de que el avión esté en peligro es algo desconocido. Y nadie tiene la manera de averiguarlo.

Yo siempre he sido un apasionado de los lugares remotos y salvajes, y siempre he tenido un intenso interés y amor por los animales. Al acompañar a mis padres en sus búsquedas de reliquias de los primeros humanos, como niño absorbí un conocimiento profundo de los animales y su ambiente natural. También aprendí a defenderme en la naturaleza; como encontrar agua y comida en lo que parecía un desierto desolado; como seguir las huellas y atrapar animales salvajes. Inconscientemente aprendí como ser parte de la naturaleza, a respetarla, a no estar asustado en ella. Aunque entonces no me dí cuenta, yo soy muy afortunado de mi experiencia infantil, porque me permitió conectarme con algo que es fundamental para la psique humana. A la mayoría de la gente se le ha negado esto, aunque inconscientemente casi todos lo buscan.

Por alrededor de 150.000 años, nuestros ancestros Homo sapiens vivieron como cazadores-recolectores en muchos ambientes diferentes. Este modo de vida altamente exitoso tuvo su origen con la evolución del género Homo, en algún momento hace más de dos millones de años. La expansión del cerebro que ha ocurrido en todo ese tiempo, y el desarrollo de la psique humana que ha venido junto con esto, sucedió en el contexto del modo de vida cazador-recolector. Era una vida de intimidad extrema y dependencia de todo en la naturaleza. Nuestros ancestros sin duda vieron las otras especies del mundo como una fuente de comida, de muchos tipos; ellos deben haber sido testigos de muchas maravillas en ese mundo, como se ve reflejado en las pinturas rupestres en cuevas y refugios de roca de Europa y Africa; y ellos se sabían a si mismos como una parte integral de este mundo diverso. Yo he escrito a menudo que aunque ocupamos un mundo tecnológico, tenemos las mentes de los cazadores-recolectores. Yo sabía esto instintivamente, si no explicitamente, cuando de muchacho yo escuchaba, fascinado, las historias de mi padre; y cuando vagaba confiado en el territorio salvaje de la garganta Olduvai. Hace una década y media, Edward Wilson le puso nombre a este instinto: lo llamó biofilia.

Wilson definió la biofilia como "la afiliación innata emocional de los seres humanos hacia las otras criaturas vivas". Wilson habla de algo muy profundo dentro de la psique humana, algo que ha sido parte de nuestra mismísima existencia a través de millones de años de evolución. El habla de respuestas emocionales que tocan la esencia de la humanidad, la verdadera escencia de nuestra historia. Algunas de estas respuestas emocionales a la naturaleza pueden ser negativas, como es la aversión que muchas personas le tienen a las culebras, hasta a la idea de las culebras en lo abstracto. Pero muchas son positivas. ¿Por qué si no la gente busca alivio del estrés urbano visitando áreas silvestres?. ¿Por qué la gente en los EE.UU. y Canada van más a los zoologicos que a todos los eventos deportivos importantes combinados? ¿Y por qué la gente tiene una segunda casa en el campo si está dentro de sus posibilidades? El psicólogo Roger Ulrich ha demostrado que, dandosele a elegir visualmente entre escenas urbanas y rurales, la gente aplastantemente prefiere las segundas?. Así sea negativa o positiva, nuestra respuesta a la vida silvestre, de acuerdo a la hipótesis biofilia, es una inerradicable parte de la naturaleza humana. Es el patrimonio de eones pasados como cazadores-recolectores en tiempos ancestrales.

La cultura occidental, con su civilización de alta tecnología, ha llegado a ignorar esta conexión esencial entre la psique humana y el mundo de la naturaleza, mientras enfatiza la promesa de mundos más allá de nuestro planeta y de nuestro sistema solar. Ignora la conexión, pero la conexión todavía está allí. Otras culturas no hacen esto. Hace medio siglo el nativo americano Luther Oso Parado escribió: "Somos el suelo y el suelo es de nosotros. Amamos las aves y las bestias que crecieron con nosotros en este suelo. Ellos bebieron la misma agua y respiraron el mismo aire. Somos todos uno en la naturaleza. Creyendo eso, hubo en nuestros corazones una gran paz y un gran deseo de ser benevolentes con todas las cosas vivas que crecen." La cultura occidental ha llegado a ver al Homo sapiens no solo como especial en el mundo (lo cual somos sin duda de muchas maneras), si no también separado de ese mundo. Es como si hubieramos sido puestos en La Tierra, completos y terminados en nuestra forma presente, para dominar sobre las criaturas de La Tierra. Esto no es verdad, por supuesto, aunque si existe una tremenda brecha entre la mente del Homo sapiens y la de nuestros parientes más cercanos, los simios africanos.

Pero si uno se pasa la vida reconstruyendo el camino tomado por nuestros ancestros distantes en su viaje evolucionario de simio a humano, la brecha desaparece. No solo es posible encontrar e identificar fisicamente las especies que nos vinculan con nuestras raíces ancestrales -Homo erectus y Homo habilis- si no que además podemos construir una imagen de su comportamiento. Lo más importante sobre todo es que podemos ver el contexto en el cual nuestra evolución tuvo lugar, los ecosistemas en constante cambio de los cuales nuestros ancestros eran parte integral. Es esta intimidad la que se impresionó a si misma en la mente humana que surgía. Es esta la intimidad que Luther Oso Parado instintivamente alude. Es esta la intimidad que cada uno de nosotros experimenta hoy en día en diferentes, quizás mutiladas, maneras. Y es esta la intimidad que nos permite ponerle un valor a la biodiversidad de la cual nosotros somos parte hoy, separado de los beneficios económicos de alimentos, materiales y medicinas, y separado de los servicios del ecosistema sobre los cuales depende nuestra supervivencia física. El valor de las especies alrededor nuestro ahora alcanza el espíritu humano -algo que no es fácil de decir en el contexto de la ciencia, pero sin embargo válido.

Nosotros podemos valorar la biodiversidad porque cría a la psique humana, el espíritu humano, el alma humana. 


Escrito por Richard Leakey and Roger Lewin.
Anchor Books, New York.
November 1996. 


viernes, 20 de mayo de 2011

Personas con alguna discapacidad toman el Concejo Municipal.


Santa Elena de Uairén, 20/05/2011, Prensa Popular Gran Sabana.- El día 18 de Mayo de 2011 las personas con alguna discapacidad tomaron la Sesión Ordinaria de Cámara del Concejo Municipal de la Gran Sabana para exigir que se cumpla la Ley con lo que respecta a la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Ninguna institución pública ni empresa privada cumplen esta exigencia de las leyes, dejando a estas personas sin oportunidades para conseguir un trabajo digno con que sostenerse y sus familias. También se están incumpliendo las tarifas especiales en las líneas de transporte.


A raíz de esta toma del Concejo Municipal, los concejales decidieron discutir por primera vez la ordenanza municipal de las personas con discapacidad con los interesados presentes, puesto que esta ordenanza será una herramienta que apoyará el cumplimento de la Ley nacional a este respecto. La segunda discusión de esta ordenanza se efectuará el 30 de Mayo próximo, fecha decidida por las mismas personas con alguna discapacidad presentes en el Concejo Municipal.


Además de esta ordenanza, los presentes solicitaron la aprobación de proyectos socio-productivos que apoyen a las familias de las personas con alguna discapacidad. Y también solicitaron una ruta especial de autobús que apoye la educación especial de la Fundación Tucusito, donde hay 35 alumnos estudiando.




De pie, Angela Mendoza,responsable de la Fundación Tucusito

SBS PUERTA DEL MERCOSUR
Escrito por José Rafael Leal
Fotos de Choli Lott

jueves, 19 de mayo de 2011

Ex-Directiva de la F.I.E.B.: ¡FUERA!

Los Capitanes Generales, Comunitarios y el pueblo en general, declararon a personas no grata ante la comunidad indígena, por traición al bienestar del colectivo, a Álvaro Fernández, Nicolás Beti, José Gregorio Cascante y Yaritza Aray. Ex-Directivos de la Federación Indígena del Esatdo Bolívar (F.I.E.B.).

miércoles, 18 de mayo de 2011

Taller Socialista de Herreria del T.I.H. Ezequiel Zamora

Este es uno de los tres talleres de herreria improvisados que se han montado en los primeros tres Consejos Comunales beneficiados con 110 casas del T.I.H. 2011 de Santa Elena de Uairén. Los tres Consejos Comunales son: Puerto San Rafael, Kewey II y Ezequiel Zamora. Este es el taller socialista de herreria Ezequiel Zamora, aquí en este taller se hacen las puertas, ventanas, anclajes y demás que se necesitan para 35 casas.

Lluviasay Rodríguez, vocera del Consejo Comunal Ezequiel Zamora y responsable del T.I.H. en este Consejo Comunal.

Puertas fabricadas con amor en el naciente socialismo venezolano.

 Ventanas también.

Taller Socialista de Herrería

Al fondo están preparando el relleno de tierra
de una de las casas del T.I.H.
La torre de hierros a la izquierda son anclajes para las columnas
que se ponen en las losas de fundación de las casas.





jueves, 5 de mayo de 2011

Camarada Claudio con tu partida nuestro compromiso es mayor, cuadro !

El día 4 de Mayo de 2011 ha fallecido el luchador social Claudio Gómez, en la Ciudad de San Juan de Los Morros, se encontraba realizando tareas relacionadas a su compromiso con nuestro comandante Hugo Rafael Chávez Frías como Luchador del Frente Francisco de Miranda. Indígena del Municipio Gran Sabana, de la etnia  Taurepan, habitante de la Comunidad Indígena Kumarakapay.  Claudio registró y adecuó nuestros Consejos Comunales en su tarea como Responsable de Taquilla Única del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social de Santa Elena de Uairén.

Camarada con tu partida nuestro compromiso es mayor, impregnaste nuestros corazones de valentía en la lucha por la construcción de la patria nueva, tu obra fue ejemplo de patriotismo y siempre estarás en nuestros corazones. El que muere por la vida no puede llamarse muerto. Paz a sus restos.

"No es la superficie lo que queremos cambiar; es al hombre,
comencemos por nosotros mismos dando el ejemplo
de que estamos impregnados de la nueva idea".
--Hugo Rafael Chávez Frías



PODER INDIGENA POPULAR


Llegó el momento: ¡Hay movimiento indígena revolucionario!
Elegida nueva directiva de la Federación Indígena del Estado Bolívar (F.I.E.B.)

Escrito por José Rafael Leal
Fotos de Choli Lott

Santa Elena de Uairén, 5 de Mayo de 2011. Prensa Popular Gran Sabana.- Los días 2 y 3 de Mayo de 2011, 550 líderes, delegados y voceros indígenas de todos los pueblos originarios del estado Bolívar: Los Jibi, Piaroa, Yekuana, Kurripacos, Piapocos, Sanemas, Kariña, Baré, Boniva, Pemón, Taurepan, Arekuna, Kamarakotos, Akawaio, Eñepá, Mapoyo, Joty, Chirillamá, Jhottua, Huottoja, realizaron una asamblea en Ciudad Bolívar para elegir la nueva junta directiva de la Federación Indígena del Estado Bolívar (F.I.E.B.). Donde fue elegido como Presidente de la F.I.E.B. Jean Carlos Velásquez, de la etnia Pemón, Luis Gaitán como vicepresidente (Piaroa), José Luis Lara secretario general (Pemón), Joel Perez subsecretario (Yekuana), Clementino Chiraspo como tesorero (Kariña), Jorge Marchena primer vocal (Piapoco) y Elvia Rodríguez como segunda vocal (Jivi).

La concejal indígena del Municipio Gran Sabana Choli Lott explica que la anterior directiva tenía secuestrada esta federación F.I.E.B. en una cúpula totalmente desligada de las comunidades de todo el estado Bolívar, tomando siempre las decisiones a puerta cerrada, a espaldas de los indígenas de las bases, y beneficiando sólo sus intereses personales dejando a los pueblos originarios en situación de indefensión ante su dominio representativo al mejor estilo de la época de la pseudo democracia que imperó en Venezuela el siglo pasado.

Esa junta directiva saliente se dio a la tarea de convocar a elecciones cuatro veces en las pasadas semanas para luego suspender todas las asambleas, aplicando la estrategia de cansar a los indígenas que acudían a tales convocatorias saliendo de sus alejadas comunidades para acudir a Ciudad Bolívar donde se encuentra la sede de la F.I.E.B., dice la concejala indígena Choli Lott que cada vez asistían menos personas puesto que les costaba mucho trasladarse tan grandes distancias. La estrategia de esa junta directiva anti-democrática era esperar a que asistieran muy pocos a la final para tomar decisiones con pocas personas, al mejor estilo representativo del pasado.

Para vencer y lograr la democracia participativa y protagónica necesaria para lograr una auténtica revolución indígena, los líderes comunales y sectoriales a la usanza de sus costumbres y tradiciones ancestrales convocaron a todas las bases por su cuenta, ignorando las convocatorias fallidas de la moribunda cúpula y se reunieron en número de 550 líderes, delegados, voceros y personas de las bases para elegir su nueva junta directiva de esta organización. Rompiendo así la vieja estructura representativa al aplicar sus usos y constumbres, las leyes del Poder Popular y la Constitución Bolivariana de Venezuela.

Llegó el momento, hay movimiento indígena revolucionario que a gritos pidió un cambio y lo logramos, expresa con entusiasmo Choli Lott.

El concejal indígena del Municipio Sifontes Juan González, rechaza declaraciones de los ex directivos de la F.I.E.B., quienes están calificando de ilegítimos a los nuevos dirigentes. El día de ayer hasta intentaron sin éxito impedir que Jean Carlos Velázquez, nuevo presidente de esta organización, se trasladará a las comunidades a visitar a los indígenas de las bases.

Entre los planes de la nueva junta directiva de la F.I.E.B. está convocar a una constituyente para cambiar los estatutos de esta organización adecuándola a la nueva realidad revolucionaria venezolana donde el poder es del pueblo, no de los dirigentes. Esta revolución indígena en el estado Bolívar debe servir de ejemplo a las demás organizaciones indígenas venezolanas, como por ejemplo el Consejo Nacional Indígena de Venezuela (CONIVE), para que se adecuén a los nuevos tiempos y cedan el poder a quien corresponde: al pueblo.

Estos cambios suceden en momentos cuando las organizaciones indígenas venezolanas han trabado y saboteado los intentos del Presidente de la Républica Hugo Chávez para avanzar en la demarcación de los territorios indígenas. Ahora la F.I.E.B. servirá como apoyo e impulso en el estado Bolívar para llevar a cabo esta demarcación en concordancia con los ideales de la Revolución Bolivariana y bajo el liderazgo del Comandante Chávez. Los voceros del estado Bolívar en la comisión presidencial para demarcar las tierras indígenas serán Melchor Flores y Alfonso Vega.

Aquí si hay ¡Poder Indígena Popular!.

Los indígenas del estado Bolívar se comienzan a reunir el 2 de mayo de 2011

El poder ahora es del pueblo, no de las cúpulas indígenas

Sin ningún apoyo de recursos para viáticos y alojamientos,
 los indígenas acamparon en Ciudad Bolívar el 2 y 3 de Mayo 2011

Chamán Pemón Benedicta ayudando en la cocina improvisada.

Hay que estar bien alimentado para tener fuerzas en los debates y decidir,
esta es una constumbre ancestral indígena: comer antes de las asambleas.

La naturalidad del campamento demuestra que aquí  no hubo cúpulas de dirigentes
en hoteles de lujo tomando decisiones a espaldas del pueblo indígena


550 indígenas presentes.



Acerca de los autores de este documento:
Sala de Batalla Social Puerta del Mercosur

José Rafael Leal es vocero responsable del Poder Popular Pemon Tuponken
Choli Lott es vocera de Protección Social y Misiones