El día Viernes 10 de Junio 2011 se realizó un cabildo abierto en Santa Elena de Uairén para tratar la problemática presentada por ciertos funcionarios del CICPC que habían estado incumpliendo sus funciones y abusando de su autoridad al cobrar vacunas a los delincuentes, criminalizar a ciudadanos decentes para cobrarles dinero por dejarlos en paz, cometer delitos de violación de derechos humanos, robos a personas que salian del banco con grandes sumas de dinero, y mantener aterrorizada a la población en general.
EL pueblo solicitó con valentía que la oficina del CICPC fuera cerrada y que todos los funcionarios del CICPC salieran de la Gran Sabana. Las autoridades presentes oyeron con mucha atención todo lo que dijeron los ciudadanos y ciudadanas que expusieron los casos en el micrófono.
Entre las autoridades presentes estuvieron el Jefe Nacional del CICPC y el Jefe del estado Bolívar de la misma institución, El Alcalde del Municipio, La Comisionada del Gobernador, Concejales Municipales, El comandante de la Guardia Nacional, El Inspector Comandante de la Policia de Santa Elena de Uairén y otros.
EL pueblo solicitó con valentía que la oficina del CICPC fuera cerrada y que todos los funcionarios del CICPC salieran de la Gran Sabana. Las autoridades presentes oyeron con mucha atención todo lo que dijeron los ciudadanos y ciudadanas que expusieron los casos en el micrófono.
Entre las autoridades presentes estuvieron el Jefe Nacional del CICPC y el Jefe del estado Bolívar de la misma institución, El Alcalde del Municipio, La Comisionada del Gobernador, Concejales Municipales, El comandante de la Guardia Nacional, El Inspector Comandante de la Policia de Santa Elena de Uairén y otros.
El pueblo solicitaba que la Guardia Nacional Bolivariana militarizara las instalaciones del CICPC y que pusiera presos a los funcionarios del CICPC. También se oyeron propuestas que para que el CICPC volviera a Santa Elena de uairén deberían ser tenidas en cuenta las proposiciones del pueblo, entre otras que los funcionarios fueran personas locales, no traídas de afuera, y que los funcionarios denunciados fueran puestos presos y enjuiciados, no solamente transferidos o cambiados a otro municipio donde pudieran seguir cometiendo fechorías contra otros venezolanos.
Las autoridades explicaban que era imposible cerrar la oficina del CICPC, que era imposible militarizar esta institución y otras respuestas similares que no daban la solución necesaria al pueblo como éste la pedía. las horas iban pasando y en este cabildo abierto no se llegaba a nada, sólo a continuar hablando y hablando en el micrófono para seguir denunciando los chorrocientos mil casos de abusos e ilegalidades de los funcionarios del CICPC.
Las autoridades explicaban que era imposible cerrar la oficina del CICPC, que era imposible militarizar esta institución y otras respuestas similares que no daban la solución necesaria al pueblo como éste la pedía. las horas iban pasando y en este cabildo abierto no se llegaba a nada, sólo a continuar hablando y hablando en el micrófono para seguir denunciando los chorrocientos mil casos de abusos e ilegalidades de los funcionarios del CICPC.
Luego de varias horas de estarse realizando este cabildo abierto, después que muchas personas tomaron la palabra en el micrófono para exponer las denuncias sobre estos funcionarios y dar a entender sus opiniones y posiciones, uno de los voceros de la Sala de Batalla Social Puerta del Mercosur tomó la palabra en el micrófono, explicando que el pueblo ahora tiene poderes que antes no tenía, que las nuevas leyes del poder popular nos dan al pueblo el poder de decidir nuestros propios destinos, es verdad, pero que eso tenía que ser siempre dentro de las leyes, que las nuevas leyes del poder popular no pueden ir contra la Constitución Bolivariana ni contra las otras leyes, y que militarizar una institución como el CICPC no estaba contemplado en las leyes, tampoco sacar una institución como el CICPC de la Gran Sabana estaba contemplado en las leyes. Este vocero de Sala De Batalla propuso al pueblo en ese momento que aceptaran que las autoridades deliberaran en privado unos minutos para que pensaran bien su respuesta, que si era necesario efectuar llamadas a sus jefes de afuera en Caracas que los llamaran para solicitar autorización para que lo que tenía que hacerse se hiciera.
El pueblo presente aceptó esta propuesta y todas las autoridades presentes se retiraron a un cuarto en privado a deliberar y llamar a sus jefes en Caracas.
Al salir, las autoridades dijeron que no era posible cerrar las oficinas del CICPC y el pueblo presente se enardeció vociferando a gritos "Fuera el CICPC de la Gran Sabana", y el pueblo no cedió en su posición, ante lo cual el Jefe Nacional del CICPC se comunicó con las altas autoridades de Caracas quienes finalmente accedieron a cerrar completamente la oficina del CICPC de Santa Elena de uairén y sacar a todos los funcionarios de La Gran Sabana.
El pueblo unido triunfó en su lucha, ahora se respira paz sin esos funcionarios que aterrorizaban a la población.
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